No vas a llevarme, la llave esta oculta.
Me encierro tras el velo del recelo que me amordaza y enceguece. Tu ropaje oscuro languidece tras la luz que se filtra por viejas hendiduras mientras me abrazo a mi almohada y te espio tímido.
Tu punta afilada, que corta tenaz el aire envolvente, pellizca sinuosa puntillas de blanca tela. Se que una parte de mi desea tomar tu fria mano y partit abruptamete sin dejar visible estela, pero un sentimiento desgarrado se ahoga y admite, pelea y no finge, por que siente, llora, recuerda y promete no volvelo a hacer.
lunes, 24 de mayo de 2010
domingo, 23 de mayo de 2010
Ocaso
Un manto oscuro y puntas de plata,
su redondez no oculta, sensacion ingrata,
inmaculada y perenne, timida y eclipsada,
testigo indudable, luz silenciada
un grito aletargado, soslayo latente
garganta y tiniebla, rencor y aliciente
la bruma esfumada, regresa la calma
ya vira y embauca, hasta un nuevo ver.
su redondez no oculta, sensacion ingrata,
inmaculada y perenne, timida y eclipsada,
testigo indudable, luz silenciada
un grito aletargado, soslayo latente
garganta y tiniebla, rencor y aliciente
la bruma esfumada, regresa la calma
ya vira y embauca, hasta un nuevo ver.
Trasfondo
En un estado de lacustre calma,
una pluma, negra tinta.
Las ideas vagan en el inhacible tiempo
mientras, extrañas sombras juegan sobre un paño gris.
Un viejo candelabro sucumbe ante la clara e informe cera
mientras, indecorosas sirenas rompen la quietud.
El porvenir asoma sombrio e incansable
se intuyen ecos tras el frio cristal
mientras, pequeñas gotas dibujan un plano,
caen, rompen, luego cesan.
Los muros se acercan presurosos y osados,
acotan el espacio a cada paso que dan
latidos, suspiros, brebajes.
Chispas y bailes en la lumbre advierten.
Fatiga y desden abigarrado y el ansia de volver a empezar.
una pluma, negra tinta.
Las ideas vagan en el inhacible tiempo
mientras, extrañas sombras juegan sobre un paño gris.
Un viejo candelabro sucumbe ante la clara e informe cera
mientras, indecorosas sirenas rompen la quietud.
El porvenir asoma sombrio e incansable
se intuyen ecos tras el frio cristal
mientras, pequeñas gotas dibujan un plano,
caen, rompen, luego cesan.
Los muros se acercan presurosos y osados,
acotan el espacio a cada paso que dan
latidos, suspiros, brebajes.
Chispas y bailes en la lumbre advierten.
Fatiga y desden abigarrado y el ansia de volver a empezar.
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